Gustavo Rodríguez tiene varios motivos para llegar feliz a trabajar al Proyecto Buriticá como operador de scoop LH410, un equipo cargador de material con capacidad para levantar 10 toneladas.
Uno de esos motivos es que el vehículo que conduce, a pesar de ser poderoso y de enfrentarse con los terrenos más difíciles, es muy cómodo, pues cuenta con cabina sellada y aire acondicionado para el operador.
Otra razón es que este equipo puede servir para varias funciones, lo que le permite estar presente en muchos sitios de las operaciones prestando sus capacidades.
Pero tal vez lo más importante para mantener la sonrisa de este joven de 27 años, oriundo de Giraldo, es que conducir el cargador scoop le permite que el tiempo se le pase volando, para poder compartir con su esposa y sus hijos de 3 y 8 años, una vez finaliza el turno.
Para él era difícil no estar en todo momento con sus pequeños, mientras cursaba la Técnica en Labores Subterráneas, gracias a Zijin-Continental Gold y el Sena.

Cuando se graduó, junto a otros 52 jóvenes del Occidente antioqueño, en febrero de 2018, la situación tampoco cambió mucho, pues solo un par de días después ya estaba trabajando en la Compañía.
Hoy en día es a otro precio: se alista, sube al vehículo y lo dirige hacia la zona en la que los equipos de perforación, voladura, ventilación y medición de gases, han dejado todo listo. Es su turno de entrar a retirar el material rocoso para darle paso al equipo de sostenimiento de los túneles. Con una sonrisa en su rostro y nunca dejando de lado la seguridad, Gustavo va dejando limpia la zona gracias al poder del scoop. Está feliz, porque siente que el tiempo vuela gracias a la versatilidad del equipo, lo que quiere decir que pronto podrá ver de nuevo a su familia.